Esta hermosa ciudad a orillas del río Onyar se encuentra a 100 km de Barcelona y a 65 km de la frontera francesa. Girona combina la antigüedad y el ambiente caballeresco de la Edad Media con la modernidad – hoy es una ciudad universitaria con unos 15.000 estudiantes, y hay aquí muchos jóvenes durante todo el año.
Según la leyenda, durante la guerra con los franceses en 1285, los invasores intentaron saquear la tumba de San Narciso, pero éste envió un enjambre de enormes moscas que picaron a los enemigos hasta matarlos. Asustados, huyeron de Girona. Desde entonces, los gerundenses respetan a las moscas, como demuestran las numerosas imágenes, postales, imanes e incluso bombones dedicados a estos pequeños insectos.
La principal decoración de Girona es la Catedral, cuya construcción comenzó en el siglo XIV y duró más de cien años. Su arquitectura es una mezcla de muchos estilos: románico, gótico, renacentista y barroco, lo que la hace única. El edificio tiene un aspecto tan fabuloso que parece como si princesas, caballeros y dragones estuvieran a punto de aparecer a la vuelta de la esquina.
Los fans de Juego de Tronos reconocerán fácilmente los lugares de su serie de televisión favorita. El aspecto medieval de la ciudad la convierte en un escenario perfecto tanto para películas históricas como de fantasía, que los directores utilizan a menudo. Una de las películas más famosas rodadas en Gerona es El Perfumista, y los guías locales organizan incluso paseos siguiendo los pasos de escenas reconocibles.